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15/06/2020

Continúa la modernización de las armas nucleares pero las perspectivas para su control son desoladoras —Nuevo Anuario del SIPRI—

Nota de premsa en català / Press Release in English

(Estocolmo, 15 de junio de 2020) El Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI) lanza hoy su anuario SIPRI Yearbook 2020, que evalúa la situación actual en materia de armamentos, desarme y seguridad internacional. Un dato clave es que, a pesar de la disminución general en el número de ojivas nucleares en 2019, todos los países con este armamento siguen modernizando sus arsenales.

Continúa la reducción de las ojivas nucleares a pesar de las tensiones crecientes

Se calcula que, al inicio de 2020, los nueve países con armamento nuclear —Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Israel y la República Democrática Popular de Corea (Corea del Norte)—, tenían conjuntamente unas 13.400 armas nucleares. Esta cifra representa una disminución respecto de las 13.865 que el SIPRI calculó que tenían a comienzos de 2019 (ver la tabla más abajo). Alrededor de 3.720 de estas armas están desplegadas en fuerzas operativas y casi 1.800 están en un estado de alerta operativa elevado.

La disminución de la cantidad general de armas nucleares en 2019, se debió principalmente al desmantelamiento de armas retiradas por parte de Rusia y EE. UU. —que juntos todavía contabilizan más del 90% del total de armas nucleares del mundo—. Las reducciones de las fuerzas nucleares estratégicas de estos dos países, estipuladas por el Tratado sobre Medidas para la Ulterior Reducción y Limitación de las Armas Estratégicas Ofensivas (Nuevo START) de 2010, se completaron en 2018 y, en 2019, las fuerzas rusas y estadounidenses se mantuvieron por debajo de los límites especificados por el tratado.

El Nuevo START expirará en febrero de 2021, a no ser que los dos países acuerden prolongarlo. No obstante, en 2019, las conversaciones para ampliar el tratado o para negociar uno nuevo no avanzaron nada. Esto se debió, en parte, a la insistencia por parte de la administración estadounidense en que China se sumara a todas las conversaciones futuras sobre la reducción de las armas nucleares —una propuesta que China ha rechazado categóricamente—.

‘El punto muerto en el que se encuentra el Nuevo START y el fracaso, en 2019, del Tratado sobre la Eliminación de Misiles de Corto y Medio Alcance (Tratado INF) establecido en 1987 entre la antigua Unión Soviética y los EE. UU., apunta a que la era de los acuerdos bilaterales sobre control de armas nucleares entre Rusia y EE. UU. podría estar llegando a su fin’, afirma Shannon Kile, director del Programa de Desarme Nuclear, Control de Armas y No-proliferación del SIPRI. ‘La pérdida de canales de comunicación capitales entre Rusia y EE. UU., destinados a promover la transparencia y a prevenir equívocos sobre las respectivas posturas y capacidades de sus fuerzas nucleares, podrían conducir a una nueva carrera de armamento nuclear.

La próxima generación de sistemas de armas nucleares, en desarrollo

Tanto Rusia como EE. UU. tienen en marcha programas amplios y caros para reemplazar y modernizar sus ojivas nucleares, los misiles, los sistemas de lanzamiento aéreos y las instalaciones de producción de estas armas. Ambos países también han atribuido roles nuevos o más amplios a las armas nucleares en sus planes y doctrinas militares, hecho que marca un cambio significativo en la tendencia de la post-guerra fría de avanzar hacia la gradual marginación de las armas nucleares.  

Los arsenales nucleares de los otros países con este armamento son considerablemente menores pero todos ellos están o bien desarrollando, o bien desplegando nuevos sistemas armamentísticos, o han anunciado su intención de hacerlo. China está inmersa en una importante modernización de su arsenal nuclear. Está desarrollando por primera vez una llamada triada nuclear, que consiste en nuevos misiles terrestres y marítimos, y aeronaves con capacidad nuclear. Por su parte, India y Pakistán están incrementando poco a poco la medida y diversidad de sus fuerzas nucleares, mientras que Corea del Norte continúa priorizando el programa militar nuclear como elemento central de su estrategia de seguridad nacional. A pesar de que en 2019 Corea del Norte se adhirió a su autodeclarada moratoria sobre las pruebas de armamento nuclear y misiles balísticos de largo alcance, durante el año llevó a cabo numerosas pruebas de vuelo de misiles de corto alcance, incluidos varios nuevos tipos de sistema.

Falta de transparencia en la información sobre la capacidad de las armas nucleares

La disponibilidad de información fiable sobre el estado de los arsenales nucleares y la capacidad de los países con este armamento varía considerablemente. ‘Los EE. UU. han divulgado información importante sobre sus reservas y capacidad nuclear pero en 2019 la administración estadounidense puso fin a la práctica de hacer público el volumen de sus existencias,’ afirma Hans M. Kristensen, miembro asociado del Programa de Desarme Nuclear, Control de Armas y No-proliferación del SIPRI y director del Proyecto de Información Nuclear en la Federación de Científicos Americanos (HACES). El Reino Unido y Francia también hacen pública alguna información. Rusia no difunde un desglose detallado de sus fuerzas contabilizadas en el Nuevo START, a pesar de que comparte esta información con EE. UU..

Los gobiernos de India y Pakistán declaran alguna de sus pruebas con misiles pero facilitan poca información sobre el estado o la medida de sus arsenales. Corea del Norte ha reconocido que ha llevado a cabo pruebas con armas nucleares y misiles pero no aporta información sobre su capacidad nuclear. Israel mantiene una arraigada política de no informar sobre su arsenal.

Fuerzas nucleares mundiales, enero 2020

Un año de creciente inestabilidad internacional 

La 51.ª edición del anuario del SIPRI revela un deterioro continuado de las condiciones para la estabilidad internacional. Esta tendencia queda reflejada en, entre otros aspectos, el desencadenamiento de la crisis en el control de las armas nucleares que en 2019 sufrió más reveses. ‘En esta época de tensiones geopolíticas cada vez mayores, la falta de medidas adecuadas para supervisar los arsenales nucleares y prevenir la proliferación de materiales y armas nucleares es una tendencia especialmente preocupante,’ añade Kile.

Además de la cobertura detallada de las cuestiones sobre el control de las armas nucleares y la no-proliferación, la última edición del SIPRI Yearbook también incluye información sobre la evolución en el control de las armas convencionales en 2019; resúmenes regionales de conflictos armados y gestión de conflictos; datos detallados y los debates sobre gasto militar, transferencias internacionales de armas y producción de armas; y una cobertura integral de los esfuerzos para combatir las amenazas química y biológica a la seguridad.

Para editores

El SIPRI Yearbook es un compendio de información y análisis innovadores sobre la evolución en armamentos, desarme y seguridad internacional. Cuatro de los principales datos del SIPRI Yearbook 2020 se han lanzado previamente en 2019–20: las principales 100 empresas productoras de armas (diciembre 2019), transferencias internacionales de armas (marzo 2020), gasto militar mundial (abril 2020) y tendencias en las operaciones de paz multilaterales (mayo 2020). Los lanzamientos previos se pueden encontrar en: www.sipri.org/media/pressreleases. El SIPRI Yearbook lo publica Oxford University Press. Más información en: www.sipriyearbook.org.

Nota de prensa traducida por FundiPau.