Transcurrida la mitad del tiempo asignado a las conversaciones preliminares relativas al Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas, los negociadores han presentado hoy un proyecto de elementos y principios del futuro texto. Entre ellos se incluyen principios que, de aplicarse, prohibirían los suministros internacionales de armas a los responsables de graves violaciones de derechos humanos y a lugares en donde exista peligro de que agraven la pobreza y aviven los conflictos. La alianza Armas bajo Control ha expresado satisfacción por los avances, pero también ha mostrado su preocupación ante la falta de transparencia del proceso de la ONU.
“Aunque queda mucho por hacer para pormenorizar un futuro Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA), la mayoría de los Estados han reconocido claramente la necesidad de que el tratado reduzca el sufrimiento humano causado por la inexistencia de normas globales y por las transferencias ilícitas de armas”, ha afirmado María Pía Devoto, de APP Argentina.
Otro proyecto de principios defendido por numerosos Estados impediría los suministros de armas internacionales que contribuyesen a los conflictos armados, los crímenes de guerra, la delincuencia organizada y el terrorismo.
“Necesitamos un Tratado que incluya todos los tipos de armas, desde las armas pequeñas hasta helicópteros y tanques, así como sus municiones y componentes. Y necesitamos procedimientos comunes para que todas las transferencias de armas internacionales sean objeto de una evaluación rigurosa, a fin de mantenerlas alejadas de las manos de los responsables de abusos contra los derechos humanos y de lugares en donde agravarían los conflictos y el sufrimiento humano”, ha afirmado Seydi Gassama, Director de Amnistía Internacional Senegal.
El hecho de que algunas de las reuniones sustantivas hayan estado cerradas a las ONG se ha convertido en un aspecto polémico de las conversaciones de la ONU. La alianza Armas bajo Control ha manifestado que se trató de una decisión inesperada del presidente y ha pedido que las futuras sesiones sean más abiertas y transparentes.
“El mundo está un poco más cerca de contar con un Tratado que hará que belicistas y responsables de abusos contra los derechos humanos tengan más dificultades para conseguir armas y municiones. Ahora hace falta que los Estados sigan trabajando de cara a la próxima reunión de la ONU sobre el TCA en marzo de 2011, para garantizar que elaboran un Tratado ‘a prueba de balas’ que salvará y protegerá vidas y medios de ganarse el sustento”, ha afirmado Annie MacDonald, directora de la campaña Armas bajo Control en Oxfam.