Entrevista publicada en catalán en el Butlletí 106 de FundiPau
“Los ganadores del premio Nobel de la Paz deberían ser activistas por la paz y creer en el desarme general y completo”
Fredrik S. Heffermehl (Rena, Noruega, 1938) es abogado, licenciado en derecho por la Universidad de Oslo y Master of Laws por la Universidad de Nueva York. Desde 1984 es un reconocido activista por la paz mundial y el desarme. Fue presidente de la Norwegian Peace Council y vicepresidente del International Peace Bureau. Actualmente es vicepresidente de la International Association of Lawyers Against Nuclear Weapons. Acaba de publicar el libro La voluntad de Alfred Nobel. ¿Qué pretendía realmente el Premio Nobel de Paz?, con la editorial Icaria.
¿Cuál era la intención original de Alfred Nobel, con la creación del premio Nobel de la Paz?
La intención de Nobel era abolir el militarismo. Si erramos en este objetivo en plena era nuclear podríamos ser todos destruidos en un Armagedon nuclear.
Alfred Nobel dedicó su “premio para los campeones de la paz” al movimiento pacifista que lucha por un plan específico de paz. Su premio no es para la paz en general, es para aquellos activistas por la paz que tienen por objetivo eliminar el militarismo del mundo.
¿Por qué dejó a Noruega la tarea de escoger al Premio Nobel de la Paz?
Nobel escogió a profesionales para que se ocuparan de la selección de los ganadores de sus premios: médicos, científicos, la Academia Sueca (de las letras). En la década de 1890, el Parlamento de Noruega era la mejor Academia de Paz que pudo encontrar, lideraba el apoyo a las nuevas ideas de paz. Desafortunadamente, las ideas de paz de Nobel se han convertido en una posición disidente en el mundo de hoy. La mayoría política en Noruega está a favor de unas fuerzas militares fuertes y de mantener su lealtad a la OTAN y, para servir a este punto de vista tradicional, se ha apropiado del premio con el que Nobel intentó servir a la causa de la abolición del militarismo.
¿Cuál ha sido la evolución del Premio a lo largo de los años?
En las primeras décadas, los noruegos encargados de otorgar el premio eran plenamente conscientes de que, para su creación, Nobel se había inspirado en la activista por la paz austriaca Bertha von Suttner y en sus ideas, que él había prometido apoyar. 1914 fue un año crucial. Suttner murió pocos meses antes de que estallara la Primera Guerra Mundial, un conflicto que supuso un golpe muy duro a sus ideas de paz y del cual el movimiento pacifista no se recuperaría nunca del todo. Desde entonces el premio ha ido en constante decadencia. Hoy los noruegos encargados de otorgarlo lo utilizan para promover exactamente lo contrario del plan de paz que Nobel quería apoyar. Los miembros del comité son amigos del militarismo y tendrían que ser amigos de la paz.
¿Qué opina de los recientes premiados, Barack Obama y la Unión Europea?
Hay quienes todavía proclaman que “si quieres la paz, prepara la guerra” una frase que Suttner calificaba como un “viejo e idiota eslogan romano” (altrömischen Idiotensatz). Tanto Obama como la Unión Europea tienen esta visión que obliga a generar nuevas guerras. Obama estaba al cargo de dos guerras cuando recibió el Nobel de la Paz, y los líderes de la UE viajaron directamente de la ceremonia donde recibieron del premio de desarme a una reunión en Bruselas donde adoptaron nuevos acuerdos para mejorar su fuerza militar.
¿Y el galardón de 2013 otorgado a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW)?
El premio es para reconocer un cambio político. Se tendría que haber otorgado a personas que luchan por aquello que Nobel en su testamento denominaba “crear la fraternidad de naciones (desarmadas)” – no a burócratas que implementan tratados que ya están hechos. La OPCW no tiene como objetivo abolir el militarismo.
¿Cómo ha reaccionado el Comité Nobel a las críticas que han generado algunas de sus controvertidas decisiones sobre el Nobel de la Paz?
El problema es que los parlamentarios noruegos se hoy se encargan del premio, ignoran la intención original de Alfred Nobel. Ellos rompen la ley e ignoran las críticas. En su gestión del Premio Nobel de la Paz, el presidente del Comité Nobel, Thorbjørn Jagland, está actuando con una indiferencia descarada respecto a los valores de la democracia y la norma del derecho, y no tendría que ser reelegido como Secretario General del Consejo de Europa.
¿A quien le habría dado usted el premio Nobel de la Paz si la decisión fuera suya? ¿Quién cree que lo merece?
Los galardonados deberían ser activistas por la paz y creer en el desarme general y completo. En mi libro La voluntad de Alfred Nobel. ¿Qué pretendía realmente el Premio Nobel de Paz?, he listado centenares de activistas que merecerían ser tenidos en cuenta. Un ejemplo en España: Federico Mayor Zaragoza es un defensor entusiasta del desarme.
Un deseo.
El militarismo es un sistema fuerte y dinámico con un enorme poder político. Nunca conseguiremos un cambio real con pequeños pasos, un armisticio por aquí, una abolición de armas por allá. Para conseguir un cambio real se tiene que romper con el militarismo y todos los países tendrían que cooperar en un tratado para abolir todas las armas. Es extremadamente ambicioso, pero ¡imagina lo que esta idea haría para un mundo mejor!