Del 27 al 31 de marzo se iniciaron en Nueva York las negociaciones para un tratado que prohíba las armas nucleares en el marco de la ley internacional. Esta primera sesión de debate evidenció que los más de 132 países participantes comparten la visión de un mundo sin estas armas de destrucción masiva. Y a pesar de que se preveían algunos desacuerdos, hubo una amplia coincidencia por parte de muchos países en la mayoría de elementos del tratado propuesto.
El más destacable fue el claro enfoque sobre los costes humanitarios de las armas nucleares y la inaceptabilidad de unas armas designadas para matar civiles de forma indiscriminada.
La directora de ICAN, Beatrice Fihn, afirma que ‘esta semana se ha hecho un progreso magnífico para llenar el vacío en la ley internacional y prohibir las armas nucleares. Durante las sesiones no ha habido ninguna distracción por parte de la oposición. Ahora, desde la campaña, estamos impacientes para revisar el borrador del texto.’
‘Las armas nucleares están diseñadas para matar millones de civiles. Las personas civilizadas ya no creen que este sea un comportamiento aceptable. Es hora de situarlas al mismo nivel que las armas químicas y las biológicas, como reliquias que debemos dejar atrás. Prohibir estas armas en la ley internacional es un lógico primer paso para su eliminación total’ añade Fihn.
Con el apoyo de más de 120 países, en octubre de 2016, la Asamblea General de las NNUU aprobó el establecimiento de un proceso para la negociación de un tratado que prohibiera las armas nucleares. Esta primera sesión estaba diseñada para recoger las aportaciones de los países participantes. En las próximas semanas, la presidenta de la conferencia, Elayne White, elaborará un borrador y las negociaciones finales sobre este texto se celebraran desde mediados de junio hasta el 7 de julio.
‘Todos los países tienen una posición en relación con las armas nucleares, no sólo los que las poseen. El impacto de una guerra nuclear o incluso el de una explosión accidental no entiende de fronteras. Estas armas amenazan la seguridad de todos‘, asevera Beatrice *Fihn.
Las discusiones de la semana pasada se centraron en tres temas: la finalidad, los objetivos y el preámbulo del tratado; los detalles sobre qué acciones se incluirán en una prohibición, como la posesión, el desarrollo, las pruebas y el uso de armas nucleares y la asistencia a otros países con ellas, así como qué acciones se requerirán a los estados miembros; y la legalidad para aspectos como la adhesión al tratado, conferencias regulares de revisión y cuestiones sobre la adhesión de los países con armamento nuclear.
Se espera que el tratado final prohíba legalmente el uso, la posesión y el desarrollo de armas nucleares y la asistencia a otras en estas actividades trabajando de acuerdo con el régimen existente de acuerdos de no-proliferación y desarme para conseguir un mundo libre de armas nucleares.
‘Prohibir estas armas tendría que ser el primer paso para eliminarlas. El tratado que esperamos, fruto del trabajo de esta semana, repercutirá en el comportamiento tanto de aquellos que se sumen a él como de los países nucleares que no lo hagan. Tal como ha pasado con las armas químicas, las minas antipersonal o las bombas em racimo, crear nuevas normas internacionales cambia el comportamiento de todos los países. Es hora de poner fin a la era nuclear‘ concluye Fihn.