Inici || Castellano | English
facebook twitter youtube issuu picasa rss
13/06/2021

‘Los líderes de la OTAN desatienden la principal amenaza a la seguridad humana’

Los nuevos datos del SIPRI alertan sobre el aumento de los arsenales nucleares y de su modernización

Nota de premsa en català

Barcelona, 14 de junio del 2021. Hoy se reúnen en Bruselas los líderes de los 30 países miembros de la OTAN en la primera cumbre presencial desde el inicio de la pandemia. Los jefes de Estado y de gobierno debatirán, entre otros temas, sobre el futuro de la Alianza, su agenda 2030 y varios aspectos relacionados con los actuales retos de seguridad, además de temas de organización interna.

Lamentablemente, sin embargo, no está previsto que avancen hacia la eliminación de una de las principales amenazas que en estos momentos afronta la humanidad: el riesgo del uso de armamento nuclear. “La OTAN tendría que poner fin a su dependencia de las armas nucleares. No haciéndolo, sus líderes desatienden la principal amenaza a la seguridad humana a que estamos expuestos actualmente. Si una pandemia como la covid-19 ha colapsado los sistemas sanitarios en todo el mundo, una deflagración nuclear los inhabilitaría completamente’, afirma Jordi Armadans, director de FundiPau.

Más armas nucleares, más modernas, más gasto

Justamente hoy, el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI) ha hecho públicos los nuevos datos sobre armamento nuclear en el mundo*. Las cifras indican que, al inicio del 2021, el número estimado de armas nucleares desplegadas en fuerzas operativas creció hasta las 3.825, y de estas, alrededor de 2.000 —casi todas de Rusia y los EE. UU.— se mantuvieron en un estado de alerta operativa alta, a punto para ser usadas. Por otro lado, los nueve países con armamento nuclear poseían conjuntamente unas 13.080 armas nucleares e invierten en su modernización. Una sola de estas armas ya es hasta 100 veces más potente que las que se lanzaron sobre Hiroshima y Nagasaki.

Por otro lado, la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares —FundiPau es miembros—, ha publicado un informe  donde calcula que los 9 países con armas nucleares gastaron 72.600 millones de dólares (137.000 dólares por minuto) en 2020, en plena pandemia, 1.400 millones más que el año anterior. Unos recursos que se habrían podido invertir en material hospitalario, personal médico, investigación y atención a las personas afectadas por el virus y sus consecuencias.

Pasos y apoyos a la eliminación de las armas nucleares

La entrada en vigor, el enero de este año, del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN) después de años de movilización y acciones de la sociedad civil representa un paso muy relevante para avanzar hacia la eliminación de estas armas. Ahora el reto es conseguir que el mayor número posible de países, entre los cuales los miembros de la OTAN, se le sumen para que sea realmente efectivo.

De momento ya lo han firmado 86 países y 54 lo han ratificado. Pero su apoyo popular va mucho más allá y llega  de centenares de parlamentarios, de más de 400 ciudades (entre las cuales A Coruña, Barcelona, Cádiz, Ferrol, Girona, Santiago, Sevilla, Tarragona y Zaragoza, ) de la ciudadanía (el 89% de la población del Estado español apoya al TPAN), de la comunidad científica y de exministres y ex-altos dirigentes de organismos como la misma OTAN, entre los cuales Javier Solana, o los exministros Ana Palacio y Carlos Westendorp.

Y a pesar de la resistencia de los países con armas nucleares miembros de la OTAN, algunos partidos políticos de Bélgica, Noruega y Alemania están trabajando para que sus gobiernos finalmente se sumen al Tratado. En España, la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados, en diciembre de 2020 aprobó una declaración en la que daba la bienvenida al TPAN “como un esfuerzo para avanzar hacia la paz, la seguridad y el desarme”.

Por todo ello, desde ICAN se ha publicado un Informe dirigido a la OTAN con motivo de la cumbre de hoy en Bruselas, con argumentos para que se convierta en una “Alianza no-nuclear”. El documento, de 116 páginas, propone que la OTAN adopte medidas para avanzar hacia su no dependencia de las armas nucleares, de acuerdo con sus propios objetivos y la nueva norma, el TPAN, establecida por las Naciones Unidas.

Notas: